Ayer, mientras caminábamos hacia el Astros me contaron que renunciaste. Que mal, feo. Estuvo bueno. ¿Cuánto fue? ¿Un mes? ¿Dos? Y si me ilusiono un poco, tres... Pero no. Porque al tercero vos ya estabas en otra, y ni siquiera fuiste capaz de decirlo. Aunque una llamada telefónica para invitarme a tu cumpleaños y decirme que... nada de mimos y sólo como amigos, bien puede valer una noticia.
¿Mucha presión? Supongo que las chicas lindas como vos en esta época del año aprietan sus manos intentando no hacer ese llamado. O tal vez esperen ese otro llamado que no voy a hacer.
Tu ex decía que eras parecida a Nicole Kidman. ¿Y cuantos más van a pagar ese halago con tu histeriquismo crónico? Admitilo, sos parecida. Esta en tus ojos...
Por cierto, es la hora de tirar una profecía. Sin trabajo, con tu tiempo seguramente sobrándote alrededor de tu cuerpo, sin presiones... es muy probable que vuelvas a aparecer. Ni lo sueñes.
sábado, diciembre 06, 2003
Caminando al Astros
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