Entonces? Hay amor? Si, hay amor. Pensamos en el otro? Si, pensamos en el otro... Entonces?
El pensamiento se convierte en obsesivo, "no puedo dejar de pensar en el/ella". Estamos pendientes de una palabra suya de afecto, de una sonrisa, una mirada, una llamada de teléfono..., para asegurarnos de que existe una correspondencia. Y si, no? Nada.
martes, julio 20, 2004
El amor y mandarinas nada
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