2/ ¿Qué sueña él?

El Señor Competencia soñaba. El Señor Competencia no lo sabía, pero también sonreía en sueños. Oh, si, Sonreía. El Señor Competencia soñaba, y sus sueños podrían ser las pesadillas de cualquiera, pero aún así, seguía sonriendo. Una extraña sonrisa, por cierto. Y tras aquella sonrisa, tras aquella mente enferma, había algo mas. Cuanto tardaría en lograrlo? Quebrar ciertas voluntades y llevarlas a un punto donde no hay retorno. Donde sólo queda el vacio y una bala dentro de una pistola. Ya lo había hecho a veces, recordaba extrañas muertes, suicidios inesperados, y coacciones increíblemente buenas. El poder de la mente. Lo canalizaba todo. El Señor Competencia era un catalizador de la subjetividad humana, y poco a poco, se iba forjando en su verdadera misión. Si los demás, los que son como él, supieran la tangente que había tomado el camino de El Señor Competencia, seguramente se preocuparían.

El Señor Competencia soñaba y sonreía. Tenía un largo día por delante.

Hoy ustedes se lo cruzaran. Creame.