No te quiero mas. En un punto la frase golpea demasiado. Y ahí es cuando descubrimos lo dédiles que somos. Tarde o temprano el espejo nos devuelve esa mirada que nunca deseamos encontrar. Y así, vamos perdiendo pequeñas cosas que nos forjaban. Una canción que ya no escuchamos, una calle que ya no caminamos, un beso que no devolvemos, una pregunta que no hacemos, y ya no la necesitamos más. No te quiero más, aquella necesidad que teníamos en un momento se va. Y empezamos a escuchar música de los '80. Que época. Un negocio que cambia mil veces de vidriera. Y ya no le prestamos atención. Amando queremos demasiadas cosas que bien podrían hacernos únicos, y que nos van formando. Pero qué pasa, cuando ya no queremos más ser únicos. La mejor manzana, dijo el Indio. Pero incluso, esa canción, ya no le escucho más.
martes, marzo 20, 2007
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