Casi sueño anoche. He notado con que facilidad logro levantarme a las 4.30 para bañarme, vestirme, etcéteras miles, y llegar al trabajo a las 6. Esto no es una maravilla de la organización, generalmente nunca lo es, pero es lo que hay. Sobre todo teniendo en cuenta que me acuesto a las doce de la noche, lo que deja mi promedio de horas de sueño en cuatro o cuatro y media y que, casualmente, es la hora que suelo levantarme. Analagías aparte, el punto en cuestión es que he perdido la capacidad de soñar. Me di cuenta de esto hace poco. Y eso, según dijeron los especialistas, se debe a que la memoria virtual de mi cerebro no llega a relajarse lo suficiente como para acceder al segundo estadío del sueño, es decir, el movimiento onírico, y el movimiento llamado MRO, o movimiento rápido de ojos.
En una palabra... mis sueños eróticos con Julieta Díaz se fueron al carajo...
viernes, enero 23, 2004
Casi sueño
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